Jardín Posterior Museo de Arte Moderno Ramírez Villamizar
Ramírez Villamizar vivió en Cúcuta, vivió en Bogotá y volvió a nacer en París, donde descubrió que esas planchas con motivos figurativos con las que se paseaba por los Campos Elíseos debían girar hacia la abstracción. Más adelante comprendió que, a pesar de ser un buen pintor, lo suyo era la escultura.
En su memoria de artista, una memoria que logra rescatar imágenes que apenas llegan a insinuarse más allá de lo aparente, el escultor nortesantandereano almacenó durante años esos pedazos de vida que se fueron quedando en diversos rincones del mundo. Pero a medida que avanzaba en el tiempo, y descubría que la verdadera razón de su obra estaba en su tierra, fueron tomando cada vez más fuerza los recuerdos pamploneses. Los que lo marcaron para siempre. Los que imprimieron carácter. El olor de los duraznos de su casa paterna se hizo más evidente que el aroma de los castaños parisinos. Tanto así que algún día, hace unos 12 años, quiso volverse a asomar desde esos balcones donde veía pasar los desfiles de Semana Santa. Pero su casa se había convertido en un edificio de oficinas para abogados. Se acordó entonces de la casa de las Marías, con su fama de ser la más bella del pueblo, Y allí, en esa construcción colonia] donde se hospedó Bolívar las siete veces que pasó por Pamplona, decidió darle forma al Museo de Arte Moderno Ramírez Víllamizar, en un intento por salvar los recuerdos de su infancia.
Restaurada de manera ejemplar, la Casa de las Marías alberga hoy 36 esculturas del pamplonés. Y dentro de pocos días, con bombos y platillos, el museo les dará la bienvenida a las 36 obras que acaban de donar destacados artistas del país, Allí estarán, pues, entre otros, Luis Caballero, Juan Antonio Roda, Santiago Cárdenas, Carlos Rojas, Manuel Hernández, Miguel Angel Rojas y Bernardo Salcedo, en los salones donde Bolívar varias veces comentó los avances de la campaña libertadora.